SCREENING DE CIRROSIS
Las personas con cirrosis
hepática en etapa inicial normalmente no presentan síntomas. Por lo general, la
cirrosis se detecta primero en algún análisis de sangre o pruebas de screening
y en la revisión médica habitual.
Los nuevos marcadores
serológicos.- solos o combinados, se han propuesto como una ayuda para la
determinación del grado de fibrosis. Los marcadores directos de fibrosis miden
el recambio o el metabolismo de la matriz extracelular. Los marcadores
indirectos de fibrosis reflejan las alteraciones de la función hepática.
Análisis de laboratorio.-
consiste en un exámen de sangre para detectar la presencia de ciertas enzimas y
exceso de bilirrubina, sustancia que podría indicar la existencia de daños
hepáticos.
PRUEBAS CONFIRMATORIAS
Para comprobar si el paciente
sufre cirrosis se pueden realizar varios exámenes dentro de los cuales están:
Ecografía.- Permite identificar
en forma segura la grasa de la fibrosis (diagnosticó la cirrosis).
En la cirrosis, con frecuencia el
lóbulo hepático derecho está atrofiado y el lóbulo izquierdo o el caudado están
hipertrofiados.
Elastografía por resonancia
magnética.- Este avanzado exámen por imágenes detecta de manera no invasiva el
endurecimiento del hígado,es más exacta que la biopsia del hígado para
diagnosticar cirrosis.
Biopsia.- Se realiza a través de
la obtención de una muestra de tejido para identificar la gravedad y extensión
del daño hepático.
Un cierto número de otras
enfermedades pueden causar cirrosis, particularmente los desordenes
inmunológicos, congénitos y adquiridos del metabolismo, siendo las pruebas de
screening, criticas para el reconocimiento de estas otras enfermedades, puesto
que permiten identificarlas de manera temprana dentro de una comunidad para
reducir los efectos (dolor, fallecimiento) provocados por la cirrosis.
FUENTE DE INFORMACIÓN
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